LAS LETANÍAS DE SATANÁS
[ID 10-1099-325 DNDA Colombia]
Oh Tú, el arcángel más omnisciente y afortunado,
Dios oculto por el hado y de loar, privado.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Oh Príncipe del exilio que has sido agraviado,
Y quien abatido, más fuerte te has levantado.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú que sabes todo, Gran Rey de entes subterráneos,
Sanador familiar de los agobios humanos.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, que incluso a los leprosos, a los parias malditos,
Enseñas por el amor al paraíso, sus secretos.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Oh Tú, que de la Muerte, tu vieja y fuerte amante,
Engendras esperanza, ¡una adorable demente!
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, que das al proscrito ese vistazo altivo y tranquilo,
Que maldice a todo el pueblo alrededor del patíbulo.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, que sabes en qué madrigueras envidiosas,
El Dios receloso escondió las piedras preciosas.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, cuya providencia accede a hondos arsenales,
Donde duerme enterrado el pueblo de los metales.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, cuya mano indulgente, oculta el precipicio,
Al sonámbulo que erra al borde del edificio.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, que mágicamente aflojas los huesos añejos,
Del borracho decrépito hollado por los caballos.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, que para aliviar al hombre abyecto que sufre,
Nos enseñaste a mezclar el salitre y el azufre.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, que pones tu sigilo, oh cómplice sutil,
En la frente del magnate, sanguinario y vil.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Tú, que inflamas los ojos y el corazón de las musas,
El culto de la llaga y el amor a las vestiduras.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Bastón de desterrados, lámpara de inventores,
Confesor de ahorcados y de conspiradores.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Padre adoptivo de aquellos que, en su terrible ira,
Expulsó Dios Padre, del paraíso en la Tierra.
¡Oh Satanás, reivindícame del absurdo fatal!
Súplica
Gloría y alabanza a Ti Satanás en las altas dimensiones.
Desde cielo donde reinabas y en las profundidades.
¡Desde el infierno, donde derrotado sueñas en silencio!
Haz que mi alma un día, bajo el árbol del conocimiento,
Junto a ti descanse, cuando en tu frente,
¡Sus ramas manifiesten El Nuevo Temple!
[© Rebrote baudeleriano.
Por Samael Magnum. Versión traducida al español.
Bogotá DC-Colombia, 2023]